Por qué tus manos se fueron de mi espalda? No ves que ahora las extraña? Pobre, no entiende de amores a distancia, de besos por minutos, de días contados, de esperas; no sabe morir en soledad, todavía esperándote.

Quiere pertenecer a ellas como yo te pertenezco, quiere sentir su temperatura y sonreírles, no ves? Llora a escondidas y no tan en secreto que quiere que tus manos vivan en ella, que la recorran, que la sientan, que la vivan, que la amen, que la besen y que vuelvan a recorrerla, amándola aún más.

Pobre espalda, siente celos de la tuya (está con vos a cada momento en que ella no puede), y sigue sin entender por qué tus manos la abandonan-así, tan fugáz, tan de repente-.

Y no fue nada en todo lo que nos queda por vivir, densueño. Decís con tanta seguridad, como si estuviera escrito, as it was ment to be like that, como si nuestros destinos no pudieran hacer más que terminar juntos, como si por inercia los kilómetros no existieran, como si por arte de magia pudiéramos ser libres y amarnos día y noche, noche y día.

Pero pobre espalda, no entiende de amores a distancia, de besos por minutos, de días contados, de esperas; no sabe morir en soledad, todavía esperándote.