Saturday, May 1, 2010

No entiendo que de una vez por todas esté pasando y a la vez no pase nada, que te vuelvo a necesitar como en el primer momento, que me dé cuenta de que el miedo de no sentir lo mismo por vos se haya ido, porque te siento.
Pero no te creo, no puedo creerte y no me quiero victimizar; las veces que me rompiste el corazón no se pueden borrar (en el amor y en la guerra no se pueden dar pasos atrás) y las siento cada vez que no tengo una respuesta, que estúpidamente siento que una vez más todo es una ilusión, que mañana vas a llegar diciéndome una vez más que 'no puedo creer como sentí lo que sentí por vos'. Tus verbos en pasado me duelen tanto (y mirá que los viví, eh), tus silencios, tus faltas, tus ausencias, mis lágrimas, mis nudos en la garganta, el temblor de mis manos y mi cuerpo, las noches tendida sobre mi almohada esperando sentirte, las respiraciones entrecortadas, los saltos que daba mi corazón con cada palabra tuya, con cada espejismo. Mi piel de gallina y las ganas de llorar cada vez que te pienso así, como te pienso ahora. Como esa falta, como ese vacío, como esas estúpidas ganas de creer que esto va para algún lado. Y no. Mi amor está allá con vos, te pertenece (te pertenezco) pero esto no va para ningún lado. 
La necesidad de quedarme mirando un punto fijo y no pensar en nada, dejar los ojos vacíos de tantas lágrimas, poner mis manos sobre mi cara y dejarme.. No puedo. No puedo no pensarte, no puedo dejar de llorarte y pensar si soy la única que lo hace. Sí, probablemente sea la única, probablemente tenga que dejarte de lado un tiempo y sé que no voy a poder hacerlo, y me duele más el no poder hacerlo. Sos esencial. Indispensable. Y perdón por eso, perdón por secuestrarte y dejarte en mi mente por todos los minutos, por ser protagonista de mis días y mis noches, por acapararte como si me pertenecieras, creerte mi propiedad privada (y que me guste el comunismo).

No comments:

Blog Archive