Qe seas.

Respirar hondo. Muy hondo. No, no, qe los ojos no se me llenen de lágrimas (nudo: andáte, no es el momento). Qe las manos no me tiemblen, qe la mirada no se me baje, qe mi espalda no se curve. Qe no te extrañe. Qe no te vuelva a ver, qe no me caiga la ficha, qe no me dé cuenta de qe qizás lo qe qería acá está, llegó, y no es tan lindo como parecía.
Qe no me duela la cabeza. Una vez más, qe mis ojos no se empañen. Qe no qiera dar la vuelta, qe no me dejes sin aire (de nuevo). Qe te siga qeriendo, en algún punto, siempre.
Qe estés, o qe no, pero qe existas. Qe existas qizás de costado, o de espaldas (de costado, mejor de costado).
Qe no te extrañe.. Qe mire para otro lado. Qe me dé cuenta de qe también puedo ser feliz de otra forma. Qe me termine de convencer de qe todavía no estoy lista. Qe no sé lo qe qiero. Qe no se te haga una sopa de verduras en la cabeza.
Qe no sé qe va a ser de mí cuando te vuelva a ver.
No perderte. O sí. Perderte para recuperarte. O no, qizás es mejor dejarte ir.




Qe no extrañe tu sonrisa.

Tus te amo.

Tus te qiero, principiantes.

Tus abrazos.

Tus besos.

Tus ganas de necesitarme a cada momento.

Tus ganas de acompañarme.

Tu amor.

Tu mano.

Tus anillos.

Tus celos.

Mis ganas de pegarte, y besarte conjuntamente.

Tu forma de dormir.

Tus manos abrazándome. Calambres.

Tus sonrisas. Todas ellas.

Tu forma de mirarme.

Tus ojos, amarillamente bellos.

Tus fotos qe nunca te saqé.

Nuestras fotos.

Tu lugar en mi cama.

Mi lugar en la tuya.

Nuestras siestas, tu mano y la mía.

Tu voz cantándome.

Tus todos, qe me faltaron conocer.

Tus berrinches (sí, con pataleta y todo).

Los momentos qe no tuvimos.

Los momentos qe vivimos.

Qe estés acá.

Las veces qe te fuiste, y rogué qe volvieras.

Por favor, qe no te extrañe. Qe no qiera leerte por las mañanas, qe no necesite tus buenas noches; qe no sueñes conmigo, no soñar con vos; no sentir tu perfume en cada cuadra, qe no sientas mi olor en su piel; qe no me sientas, y no sentirte en cada ausencia; qe cada vez qe cante no piense en vos, qe no me enamores (una y otra vez) con tu voz; qe me dejes pensar en otra cosa, qe no pienses en mí. 

Qe seas feliz.

Sin rencores, sin doble filo, sin vergüenzas,

sin reproches, sin mirarte de costado.

Ya sé. Cuando vuelva, va a ser tarde. Pero estoy acostumbrada.

Hasta cuando crezca, hasta cuando esté lista.